Resúmenes de los trabajos académicos de nuestros becados

2015/5/19

Analogías entre el crecimiento económico de Japón y Bolivia”

Lic. Rafael Boyan Tellez
Universidad de Oita


Mi nombre es Rafael Boyán Tellez, en 1998 retorné a Bolivia después de obtener el Título de Magíster en Economía con mención en Desarrollo Económico en la Universidad de Oita – Japón (Oita Daigaku). Gracias a la Beca de estudio otorgada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Cultura del Gobierno de Japón (MONBUSHO), ingresé a la Universidad de Kyushu (Kyushu Daigaku) de la ciudad de Fukuoka – Japón. Posteriormente me trasladé a la Universidad de Oita donde ingresé a la Escuela de Economía (Keizaigakubu). Bajo la tutoría académica del Profesor Nakamura de la Universidad de Oita terminé exitosamente mis estudios. Además, tuve la oportunidad de investigar acerca de la historia del desarrollo económico y tecnológico de Japón desde la era de la dinastía Meiji. En los años 60 y 70, Japón logró consagrarse como una de las economías altamente desarrolladas del mundo.

Mi experiencia en Japón: Mi estadía en Japón, me permitió avanzar profesionalmente, pero sobre todo ver lo amplio y diverso que es el mundo. El vivir en Japón me dio la oportunidad de conocer su cultura (Kabuki, etc.), tradiciones (Obon, Omatsuri, etc.), comida (Sushi, Tenpura, etc.), música (Enka, Karaoke, etc.), el estilo de vida (Ofuro, la ceremonia del té, etc.) entre otros aspectos que, la sociedad japonesa ha sabido conservar e inculcar a las nuevas generaciones. Esto en un adecuado balance entre lo moderno y lo tradicional. Al tener la oportunidad de visitar algunos colegios, empresas y fábricas así como el viajar por otras ciudades de Japón, conocí mucha gente e hice bastantes amigos, con los que aún mantengo contacto. Si bien a principio no hablaba correctamente el idioma, esto no fue un óbice para conocer el mundo japonés. Gracias a mis profesores y amigos, me preparé y di los exámenes de suficiencia del Idioma Japonés (Nihongo Noryoku Shiken).

Introducción


Bolivia, como resultado de la Revolución del 52, experimentó varios y profundos cambios en el ámbito económico, social y político. Japón después de la guerra, también experimentó profundos cambios que sentaron las bases para su modernización y rápido crecimiento.

Sin duda que, en ambos países, los cambios más profundos se han dado en el campo económico. La revitalización de la intervención estatal en la economía, junto a la activa participación del sector privado, se constituye en el camino más viable para salir de la situación de crisis que enfrentaban en ese entonces. Pero, si bien ambas economías han registrado logros importantes, los resultados muestran dos caras distintas, una economía exitosa (Japón), en términos de empleo, inflación y crecimiento, y otra (Bolivia) que aún mantiene niveles altos de pobreza, elevadas tasas de desempleo, desigual distribución del ingreso y bajo crecimiento.

Gran parte de la diferencia de ambas economías (Japón y Bolivia) se puede explicar en las políticas que aplicaron sus respectivos gobiernos. Por tanto, el objetivo del presente trabajo es presentar una breve descripción del desarrollo económico de ambas economías, para luego sacar algunas enseñanzas de un modelo exitoso como es el caso de la economía japonesa.

Alcances de la investigación


La investigación se centra a partir de los años 50, período en el cual tanto Japón como Bolivia enfrentaron una crisis económica y social, lo que nos permite apreciar las distintas medidas que se aplicaron en Japón y Bolivia.

Desarrollo Económico


La Economía de Japón: En los años 50 el Gobierno de Japón llevó adelante importantes reformas (agrícolay estimuló la formación de sindicatos laborales) y la economía japonesa se orientó a la exportación de vehículos, motocicletas y aparatos eléctricos (televisores, estéreos, etc.), lo que le permitió obtener la moneda extrajera (dólares estadounidenses) para poder comprar energía y materias primas (petróleo, hierro, etc.).

En los años 60, el gabinete de Ikeda (Ikeda naikaku) anunció el programa de duplicación del salario, aspecto que fue alcanzado a mediados de los 60. Esto transformó el mercado de trabajo, erradicando el desempleo y el crecimiento económico mejoró el estándar de vida de los trabajadores y su poder de compra.

El año 1965 (Shôwa 40 nen) se conoce como la recesión de los años 40. En este período, las grandes compañías que cotizaban en la bolsa de valores de Tokio quebraron y el gobierno japonés tuvo que intervenir para aliviar la situación; además, complementó con medidas que permitieron la libre movilidad del capital y el libre comercio.

Al período de recesión, le siguió una prosperidad sin precedentes, como resultado de ello el PNB de Japón llegó a ser el segundo en el mundo y se hizo conocer como un gigante económico.

Debido a la crisis del petróleo (octubre de 1973), el PNB de Japón, en 1974,fue negativo. Las empresas japonesas se vieron obligadas a realizar ajustes en tres áreas: i) Personal, reduciendo trabajadores regulares, ii) material, en este campo se hicieron los esfuerzos para desarrollar nuevos productos y a través de la investigación se buscó reducir la dependencia de las materias primas, y iii) financiero, el esfuerzo estuvo orientado a cambiar el financiamiento indirecto (sistema bancario) hacia uno directo (emitiendo bonos y acciones en la bolsa de valores). Esto permitió fortalecer la posición de las empresas japonesas con relación a la competencia internacional. Se dijo que 2 países superaron exitosamente la crisis del petróleo en términos de crecimiento, desempleo e inflación, Alemania y Japón.

Poco después, la cuenta corriente de la balanza de pagos de Japón fue extraordinariamente superavitaria, particularmente por los productos de alta tecnología. A mediados de los años 80, para evitar conflictos comerciales con el resto del mundo, la política que siguieron las empresas japonesas fue transferir muchas de sus plantas industriales hacia los mercados de consumo, Europa y Estados Unidos. También las relocalizaron hacia los países del sudeste asiático, hecho que les permitió producir a costos más baratos.

La Economía de Bolivia


La revolución nacional de 1952, dio inicio al modelo de capitalismo de Estado como base del crecimiento económico. Entre las principales características de la economía boliviana podemos mencionar: Primero, en la década de los 50, el gobierno de Bolivia después de las reformas económicas y sociales, centralizó su política en la exportación de materias primas como motor del crecimiento económico, cuyos principales productos de exportaciones eran el estaño e hidrocarburos que representaban más del 50% del total exportado. Dada esta característica de la economía boliviana no era extraño que la expansión y contracción de la economía tenga directa relación con la tendencia de los precios internacionales.

Segundo, la economía boliviana se hizo altamente dependiente del flujo de capital externo. Bajo el modelo de capitalismo de Estado, el Gobierno contrajo créditos, particularmente en los años 70, período en el cual Bolivia gozó de precios internacionales favorables. Al principio, los créditos vinieron de organismos multilaterales, después estos créditos se obtuvieron de bancos comerciales internacionales. A finales de los años 70, debido al pobre desarrollo económico y social, Bolivia empezó a tener problemas para cumplir con la deuda externa. El incremento de las tasas de interés internacional y la subsiguiente caída de los precios internacionales de los principales productos de exportación, empeoraron la crisis de la deuda externa.

Tercero, hasta 1985 el modelo de desarrollo de Bolivia se basaba en el capitalismo de Estado, a través del gasto público el Estado era el sector líder de la economía y su tamaño creció con muchas funciones. A esto se suma las constantes presiones sociales y políticas, así como el interés de grupos o regiones, los cuales llevaron a un pobre desempeño de este modelo.

Cuarto, como una última característica de la economía boliviana está la debilidad política que mostró en muchos períodos de su historia. Bolivia, después de tener un período de estabilidad política y económica, en el período 1978-85 se encontró entrampada en períodos de golpes militares, elecciones presidenciales anuladas y presidentes interinos, que dieron como resultado a una contracción de la actividad productiva y una situación de caos económico y social.

El proceso de hiperinflación que experimentó Bolivia fue una compleja fusión de estas 4 características. El gobierno del período 1982-85, trató de parar la crisis económica mediante 6 programas de estabilización que por diversas razones estos fueron un completo fracaso.

La crisis económica que experimentó Bolivia en los años 80 es una de las más anormales dentro los anales de la historia económica, el PNB entre 1980-85 experimentó tasas negativas de crecimiento, en septiembre de 1985 la tasa de inflación registró una variación a doces meses de 25.000%. El déficit fiscal registró 26.5% del PNB y los ingresos fiscales se erosionaron de 9% del PNB en 1981 a 1.5% en 1985

Notas Finales


Aunque, comprendemos las diferencias que existen entre Japón y Bolivia, en el presente análisis sólo nos centramos en los acontecimientos más relevantes de la historia económica de ambas naciones, para ilustrar las diferencias en las medidas de política aplicadas y los resultados a los que se arribaron. Como indicamos, Japón es un ejemplo de economía exitosa, que en menos de 20 años se ubicó en el mundo como un país desarrollado y muchos países trataron de aprender del éxito de la economía japonesa. En tanto que, Bolivia al ser una economía centrada en la producción y exportación de materias primas no ha podido alcanzar un crecimiento sostenido.